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FÚTBOL IAC: ¡LLEGÓ LA ANSIADA ESTRELLA 18! – 28/11/21

FÚTBOL IAC: ¡LLEGÓ LA ANSIADA ESTRELLA 18! – 28/11/21

En un partido no apto para cardíacos, Independiente fue fútbol, garra y corazón y se terminó imponiendo 2 a 0 ante 9 de Julio en el tiempo extra. Una vez más podemos gritar todos juntos ¡¡DALE CAMPEÓN!!

Era el domingo, la última chance, el último capítulo de una trilogía ante un rival complicadísimo, seguramente, el más duro de toda la temporada. La oportunidad de volver a dar la vuelta olímpica estaba en nuestras manos y no la desaprovechamos…una vez más, volvemos a ser campeones.

El 20 de Agosto del club Arteaga era el escenario. Las dos parcialidades estaban en cancha, sumadas al acompañamiento de los futboleros de la región y a una gran cobertura mediática.

El elenco de Mauro Crescimbeni salió con el mismo once inicial que ganó el segundo partido en Chañar Ladeado. 9 de Julio pudo mantener a Mariano Gómez en cancha, a la vez que Milanesio ocupó el lateral izquierdo y Néstor Ripaccoli se decantó por Ignacio Perussia en lugar de Emiliano Ferrari, subiendo a Martín Hure a la delantera junto a Néstor Barrios.

El primer tiempo fue de lo mejor en cuanto a lo futbolístico de parte de ambos. El Lanudo inquietó de entrada con un tiro libre de Barrios que Lautaro Arzuaga (de gran nivel durante todo el 2021) mandó al córner en una gran estirada. De a poco, el Coreano fue creciendo.

Desde los aportes de Orlando Caruso, Alfredo Russo y las combinaciones con Carlos Filipuzzi, sumado a las trepadas de Mateo Ferrari, el Tricolor mostró lo mejor de su repertorio. El Aurinegro tuvo otra clara, con un remate de Fernando Benítez que dio en el travesaño. Al final de los primeros 45 minutos, la historia estaba 0 a 0.

El segundo tiempo fue aún más trabado y con menos ocasiones que el primero. Independiente realizó algunas variantes, como el ingreso de Joaquín Russo por Nicolás Galliano y el de Patricio Escott por Carlos Filipuzzi. Los de Berabevú continuaron sin modificaciones.

Eliecer D’amelio tuvo la más clara, en una jugada en donde llegó a definir sin demasiada fuerza y Mauro Marchegiani la despejó sobre la línea. Fue final y empate sin goles en los 90 minutos. Quedaba afrontar el alargue para tratar de definir el título sin llegar a los penales, ese era el objetivo del equipo.

El cansancio ya se comenzaba a notar en ambos planteles, pero el hambre de gloria superaba cualquier barrera. En el primer tiempo de la prórroga, la historia pudo haber terminado de otra manera. En una jugada algo sucia, Barrios se encontró con la pelota dentro del área y casi con el arco libre, elevando su remate increíblemente por sobre el travesaño. Parecía que la suerte estaba del lado del Coreano…la SUERTE DE CAMPEÓN.

La historia parecía que se complicaba cuando Caruso, lesionado, tuvo que salir de la cancha. Pero el grupo estaba fuerte y capacitado y en el plantel hay pibes que están a la altura de las circunstancias. Álvaro Budrovich tomó el lugar del 10, en una modificación con claras ambiciones ofensivas.

Promediando la mitad de segundo tiempo extra, un pelotazo que buscó a Escott derivó en un rechazo, Gino Ferroni apareció para recuperar y puntearla justo para un Budrovich que metió un preciso y potente centro para el anticipo goleador de D’amelio, que desató la locura en la cancha, el banco de suplentes y la tribuna en un desaforado grito de gol.

9 de Julio ya buscaba con Ferrari en cancha, pero Independiente se fortaleció después del gol. Agustín Vicente ingresó en lugar de Alfredo Russo para reforzar la marca en la mitad de la cancha e intervino con un pase preciso luego de recibir de Federico Pallaro. El balón derivó en Escott, que se escapó y recibió la falta de Andrés Uriarte para que el árbitro Ariel Penal pite penal.

El encargado de ejecutarlo no fue otro que Pallaro, obteniendo un merecido premio a su torneo y su trayectoria dentro del club, siendo ya hace tiempo uno más de nosotros. Fede pateó al palo derecho a colocar, Matías Alasia eligió el otro costado y llegó el 2 a 0 que aseguró el campeonato.

Llegó el final, el respetuoso saludo de un enorme rival como 9 de Julio, que lo mereció tanto como Independiente y la euforia de la hinchada Coreana que pudo ingresar a acompañar a los jugadores dentro del cancha, para luego dar la vuelta olímpica. Se terminó la espera y llegó la ansiada estrella 18.

Independiente lo ganó con el aporte y la jerarquía de sus foráneos que elevaron el nivel del plantel, con la capacidad y la experiencia de sus jugadores locales ya consolidados, que saben lo que es vestir esta camiseta, y con el empuje, la frescura y el compromiso de sus pibes, esos juveniles que demostraron estar capacitados para el máximo desafío, ya sea como titulares o aportando en los momentos justos, demostrando que la cantera Tricolor tiene mucho futuro.

El andar irregular de algunos partidos y las derrotas dolorosas como la del clásico quedaron atrás en los play-offs, donde el equipo demostró su valía. En el camino, se superó a los que a priori eran los rivales más fuertes del campeonato; Arteaga, Centenario y 9 de Julio en la final.

Por supuesto que se debe aplaudir y reconocer el enorme trabajo del Cuerpo Técnico, representado por Mauro Crescimbeni, Andrés Galliano y Fabián Comparetto, sumados a la colaboración de Rubén Cantarini y Bruno Flores. Ni hablar de la gran labor de la Subcomisión.

El gran mérito, por más reiterativo que sea, va para el plantel. Para esos jugadores que, en medio de una pandemia, nunca perdieron las ganas, el entusiasmo y la motivación, sino que siempre se prepararon para dar el máximo esfuerzo posible y lo coronaron con una nueva vuelta olímpica. Vaya también el reconocimiento para los hinchas, que cada domingo acompañaron al equipo en esta campaña.

Poco más queda para agregar, sólo reconocer el esfuerzo, el sacrificio, darle valor a este logro y disfrutarlo. Llegó la 18 y se consolida la posición de Independiente como el más ganador de la Liga Interprovincial Dr. Ramón F. Pereyra.

 

¡¡GRACIAS CAMPEONES!!

¡SALUD FAMILIA COREANA! ¡A FESTEJAR!