Independiente Atletic Club

IAC 100: UN ARBOL LLAMADO INDEPENDIENTE ATLETIC CLUB - TITO PESCE

IAC 100: UN ARBOL LLAMADO INDEPENDIENTE ATLETIC CLUB - TITO PESCE

Nos llego un escrito de Tito Pesce que queremos compartir con todos ustedes.-

“Un árbol llamado Independiente Atletic Club”

 

Nací allá por el ´45 en un barrio humilde, de pocas casas y familias numerosas, como los Rosales, los Cuellos y los Prucolli, que así llamaban al “Barrio Prucolli”. Y a pocas cuadras había un árbol.


Dice la historia que ese árbol había sido trasplantado en otras ocasiones, y por ultimo vino a las calles Santa Fe y 25 de Mayo con sus tres colores rojo, blanco y negro.


Cuantos recuerdos  de mi infancia viví en la sombra de ese árbol. El mismo que en tantas noches de primavera florecía con las grandes orquestas que venían desde Buenos Aires.


Me recuerdo cuando mis viejos me llevaban y me sentaban delante del escenario, mientras ellos bailaban el tango.

Y así siguió floreciendo en los Vermohut danzantes, cuando la botella tenía la medida para servirse.


Luego los concursos de cantores, las tertulias, los carnavales. Como olvidarme de la glorieta, con aroma a glicina, el jardín con las magnolias y su pileta tirando agua por la boca de las ranitas.


Como olvidarme de dos grandes jugadores de esa época, como Malter Casadei, el “negro” Carle, que iban todos los días a patear al arco, y yo les alcanzaba la pelota, porque no había tejido detrás del arco. Y cerquita sentados en un banco, mirando como practicaban, estaban Carlos Camusso y el padre del Doctor Rosso.


Me recuerdo la primera rama del árbol, la más grande, la que era del futbol. Y dicen que sus primeros frutos los dio en el año ´41 y ´42.


Luego vino el primer fruto que pude disfrutar, en el año ´55 y tiempo después en el ´58.


Me acuerdo de grandes jugadores de esa época, como el “gallego” Lanza, los Lopéz, los Mainini, el “negro” Amadori, Hilario Matteini, los Cuellos. Luego llegaron las gambetas del “bambino” Genovesio, la fuerza del “loco” Lopéz y la inteligencia de Jorge Haumuller, que junto con Hilario Matteini siguen jugando, pero ahora al truco.


Cuantas veces salíamos con camiones o colectivos coreando el: “dale rojo, dale rojo” y volvíamos con el grito de: “corea campeón, corea campeón”.


A partir de eso, vinieron muchos frutos más, pero hubo años de mucha sequía, en que para poder regar el árbol se necesitaba el sudor de muchos colaboradores. Recuerdo algunos como Nando Bedetti, “Cacho” Vinzia, “Pepe” Ruffini y también estaba la comisión de Damas integrada por Cata Orue, Julia Cattaneo, “nena” Manrique, Ramona Mainini, “tita” del Nedo y la madre del “petiso” Dichiara, un amigo de la infancia que tiempo después fue presidente. Y cuantos presidentes más pasaron con sus comisiones y cuanto esfuerzo de ellos y cuantas horas de trabajo para que el árbol siga creciendo, y pueda dar más frutos como los del ´67 y ´76.


En el ´78 cambio la historia. Se hicieron cargo del cuidado de este querido árbol un grupo de jóvenes que con otra visión y otra mentalidad supieron regarlo de tal forma, que el árbol empezó a crecer y crecer. Los frutos vinieron en el ´88, ´92, ´93, ´95, ´98, ´01, ´07, ´08, ´10, ´14 y ´15.


También nacieron más ramas en las que brillaron el básquet, las bochas, hockey, tenis, vóley, pelota a paleta, todos dieron sus frutos y flores.


Luego de 100 años, se hizo tan grande que sus brotes fueron plantados en distintos lugares del pueblo y en su copa se puede ver en distintas ciudades y pueblos vecinos.


Hoy quiero agradecer a este árbol por todas las alegrías, por poder disfrutar de sus flores y frutos, y acompañarme toda mi vida.


Quisiera pedir a todos los jóvenes, sus hijos, sus nietos, que no se olviden de sus raíces, y sigan regándolo para que pueda vivir muchos 100 años más.